Aquí la tenéis: toda una señora en la calle y una zorra sin igual en la cama, mi mujer. Una adicta al sexo y como conmigo no tiene suficiente, se ha de buscar por todas partes para ponerme los cuernos, me gusta ser un cornudo y aun me gusta más que mi mujer sea tan puta. La mayor satisfacción de un buen cornudo como yo es no saber con quien está follando, que polla se está metiendo por la boca o cuantos hombres le han reventado el culo. Si, me gusta ser un cornudo, me encanta.
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